Empezaremos nuestro viaje desde la ciudad de La Paz a 4000 m de altura; aconsejo, por experiencia propia, que se provean de unas hojas de coca que las venden en las calles. Las mascan y adiós al mal de altura.
Nos vamos al centro de la ciudad y nos encontraremos con la Basílica de San Francisco del 1758, con la peculiaridad de que en la parte del altar se ven espejos, utilizados durante el Imperio Español para convertir al catolicismo a la población indígena, haciéndoles creer que el reflejo que veían eran sus almas, y por lo tanto tenían que rezar a Dios para que se la devolviese.
Caminaremos por la Calle Jaén, llena de leyendas y misterios, donde se encuentran los principales museos con arquitectura colonial.
Pero no podemos dejar de ir al mirador de La Paz El Killi Killi, que nos ofrece el mejor panorama de La Paz de casi 360 grados. Les aseguro que les cortará el aliento, es una vista maravillosa, inolvidable. Se puede visualizar la Av. Arce, la zona de Sopocachi, el teleférico y el impresionante Nevado Illimani con sus cuatro cumbres y la más alta mide 6.462 m.
Si tienes algún interés esotérico, el Mercado de las Brujas es muy concurrido por los turistas. Encontrarás una gran variedad de souvenirs, hasta fetos de llamas, que en tiempos remotos acostumbraban enterrarlos bajo los cimientos de las casas, ofreciéndolos a la madre tierra, Pachamama.
Es interesante visitar el barrio Sopocachi, en sus calles encontrarás el Museo de Artes Hernando Siles, el Conservatorio Nacional de Música, galerías y otros espacios como plazas y cafés, donde se reúnen estudiantes, artistas y bohemios.
Por último a unos 10 Km de La Paz hacemos un viaje a El Valle de la Luna, cuyo paisaje nos transporta a ῎ La guerra de las Galaxias῎. A través de los siglos el proceso de erosión ha dado como resultado un increíble y fantasmagórico paisaje de chimeneas blancas.
Dejamos La Paz y al cabo de 4 horas por carretera llegaremos a Copacabana y aparecerá frente a nosotros una vista impresionante del lago de Titicaca, el lago navegable más alto del mundo. Da la impresión de estar frente al mar.
En Copacabana no se puede dejar de visitar la Basílica de la Virgen de Copacabana de inicios del siglo XVII, donde se venera la Virgen tallada en 1583 por Tito Yupanqui, descendiente Inca.
Desde Copacabana zarparemos hacia la Isla del Sol. Se hará una parada en la Isla de la Luna para visitar el Templo de las Vírgenes, del siglo XIV. Nuestra meta es la Isla del Sol, que está al sur del Titicaca. Una vez allí hay que caminar para recorrer la isla. El primer objetivo es llegar a la Fuente de la Eterna Juventud, para ello hay que subir 150 peldaños y allí encontraremos agua fresca y reconfortante después de tanto esfuerzo.
Al final se llegará al pueblo, donde hay hoteles que ofrecen habitaciones sencillas con baño privado y vistas hermosísimas del lago. No hay que dejar de visitar las ruinas del palacio Pilkokaina Inca, lugar donde descansaban aquellos que se dirigían a través de un bosque de eucaliptus a Chincana y a la mesa ceremonial de los Tihuanaco en el camino Inca.