Si eres amante de la naturaleza, no puedes dejar de conocer a este pequeño país, Ecuador, que te ofrecerá una gama de aventuras, de inolvidables paisajes, de una fauna única que te devolverá al tiempo, cuando en el siglo XIX Charles Darwin llegó a Ecuador y vio esas fascinantes creaturas gigantescas que solo viven en las islas de Galápagos.
Puedes llegar por avión o por tierra si vienes de Colombia o Venezuela. En una oficina de turismo te darán toda la información que necesites.
Vamos a empezar nuestro recorrido en Quito, la capital. Es una ciudad rodeada por una naturaleza exuberante y acompañada por el famoso volcán Pichincha, uno de los numerosos volcanes, que encontraremos en nuestra ruta. Vamos a adentrarnos en sus hermosas calles para admirar su centro histórico, donde podemos admirar la arquitectura colonial alternada por edificios modernos y no podemos dejar de caminar por la calle La Ronda con sus casas del siglo XVII, XVIII y XIX.
Subir a la colina El Panecillo a 3000 m de altura es un paseo que no se puede dejar de realizar, desde allí al lado de la inmensa estatua de la Virgen de Quito tendrás una vista panorámica de la ciudad. Pero no puedes perder montarte en el Teleférico y llegar hasta la Cruz de Loma, junto a la cima del volcán Guagua Pichincha de 4776 m. Su última erupción ocurrió en el 1999. Es una experiencia inolvidable.
Si nos alejamos del centro de Quito a 25 Km alcanzaremos un monumento de piedra de 30 m de altura, que señala donde se encuentra el ecuador de la Tierra. Si hay algún turista, podrás ver que trata de comprobar cómo actúa la gravedad colocando un huevo justo en la línea.
Nos alejamos de Quito para llegar al volcán Quilotoa a casi 4000 m de altura, te asombrarás cuando te asomes a su cráter y aprecies una hermosísima laguna cuyas aguas son de color turquesa, una maravilla que nos regala la naturaleza, que no encontrarás en ningún lugar del mundo. Si eres valiente podrás bañarte en sus aguas heladas. Debes tener cuidado una vez que decidas subir, la altura puede hacer una jugada a tus pulmones, por eso hazlo montando un burro. No serás la única persona en hacerlo.
Nos alejamos de este regalo de la naturaleza y nos dirigimos a la ciudad de colores, Guayaquil; que se caracteriza por sus casas de colores y calles empedradas. Notarás un gran movimiento de viajeros, que tienen como destino las Islas de Galápagos.
Si te gusta surfear y liberarte del estrés no hay mejor lugar que Montañitas, un rincón de Ecuador que te ofrece tranquilidad, un lugar ideal para surfear y disfrutar de sus playas. Te brinda una exquisita gastronomía ecuatoriana y si todavía tienes energía después de un día de sol y mar, en algunas localidades los jóvenes se reúnen para pasarla bien y bailar.
Ahora vamos a conocer la selva ecuatoriana y llegamos a Puyo, desde aquí tenemos acceso a algunas comunidades indígenas, como los kichwa, los Shuar con quienes tendrás la oportunidad de convivir y de conocer su cultura.
Vamos ahora a disfrutar de las vistas de un volcán dentro del parque nacional. Si te encuentras en buena forma te sugiero coronar el Cotopaxi, contando con un buen equipo y antes de empezar el ascenso tienes que aclimatarte durante algunos días en un lugar a suficiente altura. Tienes que considerar que el Cotopaxi tiene una altura de 5897 m, su última erupción fue en el 2015 y es un volcán activo.
No podemos dejar de ir a ver la majestuosidad del Chimborazo a 6310 m de altura, el pico más alto del Ecuador. Llegaremos a la base del volcán desde Riobamba y desde el refugio Carrel a 4800 m de altura contemplaremos a este gigante.
Culminamos nuestro recorrido en las Islas Galápagos, a 1000 Km del Océano Pacífico con la característica que la presencia humana es mínima, predominando la presencia de una fauna singular: tortugas gigantes, iguanas, lobos marinos, delfines y tiburones. Además, una gran variedad de flora endémica.